Documentos Pastorales

Resoluciones del Sínodo de los Obispos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, realizado en la ciudad de Roma, del 3 al 13 de septiembre de 2023

Publicado el 26-09-2023

DECRETO

 

Вих. ВА 23/247

 

Para la mayor gloria de la Consustancial, Vivificante e Indivisible Trinidad Santa,

del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,

y por el bien de todo el pueblo de Dios que nos ha sido confiado. Amén

 

Por la misericordia de Dios

y en unión con la

Sede Apostólica,

SVIATOSLAV,

Arzobispo Mayor de la Metropolia de Kyiv-Halycz

de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana

 

A los Reverendísimos Arzobispos Metropolitas y Obispos,

a todos sacerdotes, consagrados y consagradas,

hermanos y hermanas laicos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana

DECLARO Y PUBLICO

 

Resoluciones del Sínodo de los Obispos de la

Iglesia Greco-Católica Ucraniana, realizado en la ciudad de

Roma, del 3 al 13 de septiembre de 2023.

 

1. Tener en cuenta el estado de implementación de las decisiones del Sínodo de los Obispos de la IGCU del año 2022.

 

2. Aprobar el texto de la Liturgia de San Basilio Magno con las sugerencias hechas y bendecir la publicación de los respectivos Libros Litúrgicos.

 

3. Considerar el informe del Obispo responsable por el Departamento de Justicia sobre el estado del poder judicial en la IGCU.

 

4. Aceptar el título "Eparquias y Obispos" en el Código de los Cánones de la IGCU en su primera lectura, con las debidas enmiendas y adiciones.

 

5. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "Laicos" en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

6. Aceptar, en primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "La unión de los Fieles" en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

7. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "Evangelización:  la actividad misionera de la Iglesia" en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

8. Aceptar el título "La actividad ecuménica y el diálogo interreligioso", en el Código de los Cánones de la IGCU, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones.

 

9. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "Bautizados no católicos que inician el proceso de plena unidad con la Iglesia Católica" en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

10. Aceptar el título "Las enseñanzas de la Iglesia" en el Código de los Cánones de la IGCU, en su primera lectura, con las debidas enmiendas y adiciones.

 

11. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "Sobre el culto a Dios y en particular, los Santos Sacramentos", en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

12. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título "Consagración y bendición, lugares y tiempos santos, culto a los santos, votos y promesas", en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

13. Aceptar, en su primera lectura, con las debidas modificaciones y adiciones, el título “Sanciones Penales”, en el Código de los Cánones de la IGCU.

 

14. Expresar el agradecimiento al Arzobispo Metropolita Yevgeny Popovych y a todo el grupo de trabajo, por la elaboración, en su primera lectura, del Código de los Cánones de la IGCU, por el expresivo y conceptuado trabajo.

 

15. Aprobar los Estatutos del Consejo Patriarcal – Sobor - de la IGCU.

 

16. Aprobar el Reglamento del Consejo Patriarcal – Sobor - de la IGCU.

 

17. Aprobar los cambios al art. 3 y 13 del libro sobre los “Derechos del Protopresbítero”.

 

18. Aprobar los cambios al art. 3 y 4 de las Instrucciones sobre la estancia de un Sacerdote fuera de los límites de su propia Eparquia o Exarcado”.

 

19. Aprobar los cambios al art. 20 y 22, § 1 del Estatuto del Sínodo de los Obispos de la IGCU sobre la fecha y lugar de la realización del Sínodo de los Obispos de la IGCU.

 

20. Considerar las informaciones sobre la participación de nuestra Iglesia en las Asambleas continentales de Oceanía, América del Norte, América Latina, Asia y Europa en el camino de preparación al Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica, llamado “El Camino Sinodal”.

 

21. Considerar el informe de las actividades del Departamento de Servicio Social de la Curia Patriarcal de la IGCU.

 

22. Considerar el informe sobre las actividades de la "Cáritas” en Ucrania.

 

23. Para garantizar una atención pastoral adecuada a las víctimas de la guerra:

 

I. Pedir al Santo Padre la creación de una Comisión “ad hoc” para la coordinación de la asistencia de la Iglesia Católica para una adecuada asistencia espiritual, psicológica y médica a las víctimas de la guerra en Ucrania.

 

II. Solicitar a la Comisión Catequética Patriarcal, en cooperación con el Consejo para la Evangelización de la IGCU, desarrollar programas de catequesis y evangelización para el cuidado pastoral de los emigrantes forzados y los desplazados internos en Ucrania, a causa de la guerra.

III. Para mejor atención pastoral a los ucranianos que emigraron a causa de la guerra, solicitar a las Congregaciones de vida consagrada de la IGCU, a ampliar su servicio misionero entre los emigrantes forzados de Ucrania y los desplazados internos.

IV. Instruir al Jefe del Departamento de Relaciones Externas de la Iglesia para la creación de un programa de capacitación de personal para la representación externa de la IGCU y pedir a los obispos eparquiales la indicación de candidatos a esta misión.

V. Con motivo del 30º aniversario de la renuncia de las armas nucleares por parte de Ucrania – año 1994 – encargar a la Universidad Católica Ucraniana la realización de un estudio histórico, político y teológico – a nivel internacional – sobre este acontecimiento histórico y organizar una conferencia sobre el tema: "La contribución de Ucrania para la paz y seguridad en el mundo: experiencia - estado actual - perspectivas".

VI. Alentar a los emigrantes forzados de Ucrania a integrarse en la sociedad del país de su actual residencia, advirtiéndoles, pero, contra la asimilación, el olvido de sus propias raíces nacionales, espirituales y culturales, buscando promover su regreso a la patria.

VII. Convocar a los fieles de la IGCU que se encuentran en el extranjero, a no dejar de ser testigos de la verdad sobre Ucrania entre los pueblos de su actual residencia y esforzarse por el apoyo a largo plazo en favor del pueblo ucraniano, buscando el intercambio de dones culturales y espirituales.

VIII. Pedir a los Arzobispos Metropolitas y Obispos de la diáspora, la formación de un Consejo inter eparquial, para fomentar la implementación del programa: “Curar las heridas de la guerra”. 

 

IX. Convocar todos los Obispos eparquiales:

 

1) para cumplir con la misión de la Iglesia – anunciar la Palabra de Dios y administrar Santos Sacramentos – sean creados nuevos centros para brindar atención pastoral a los ucranianos obligados a emigrar debido a la guerra;

2) desarrollar la cooperación con las diócesis católicas y con las estructuras católicas locales responsables del cuidado pastoral de los inmigrantes y refugiados;

3) en la formación permanente del clero, prestar especial atención a su formación polivalente, para mejorar la atención pastoral a los emigrantes y a los desplazados internos;

4) de conformidad con la Resolución 7, párrafos 3 a 5 del Sínodo de los Obispos de la IGCU de 2012 y la Resolución 7, Párrafos 1 a 3 del Sínodo de los Obispos de la IGCU de 2015, sostener en el clero, personas consagradas y laicos de la IGCU, la conciencia del carácter misionero de la Iglesia, asegurando la adecuada educación para el desarrollo de las actividades de evangelización y misioneras de la Iglesia, en particular para buscar y conducir a los refugiados ucranianos dispersos en diferentes países del mundo a la participación activa en su Iglesia;

5) alentar a los sacerdotes a ejercer la capellanía militar, hospitalar y académica, asegurando la formación adecuada, en cooperación con las estructuras centrales de la IGCU y las instituciones relevantes de la Iglesia Católica Romana local;

6) cuidar de los sacerdotes, manteniendo con ellos constante participación y orientación, proporcionando a ellos el necesario apoyo espiritual. Mantener especial atención con aquellos que pasan por crisis y dificultades.

7) de acuerdo con la resolución del 11, a y b, del Sínodo de los Obispos de la IGCU, promover el desarrollo de los recursos mediáticos con el propósito de mejorar la atención pastoral y catequética en la propia Eparquía.

 

X. De conformidad con la Resolución 5 del Sínodo de los Obispos de la IGCU del año de 2022, instruir las comisiones diocesanas para la pastoral de la salud o a los responsables de esta área, que presten especial atención a los que sufren con las consecuencias de la guerra.

 

XI. Instruir a todo el clero para:

1) de acuerdo con la Resolución 7, párrafo 2, del Sínodo de los Obispos de la IGCU de 2012, que los sacerdotes busquen, en la medida del posible, la asistencia espiritual personal a cada persona. Necesidad de crear un clima de confianza, para mejor asistencia pastoral con los refugiados y desplazados. Así, seguimos las orientaciones del Santo Padre que nos alerta en la realidad del camino sinodal: "ampliar el espacio de nuestra tienda" (cf. Is 54, 2);

2) prestar especial atención a la evangelización, la catequesis y atención espiritual de los ucranianos no religiosos, utilizando nuevas metodologías para inserirlos en las comunidades parroquiales. Este especial servicio sea prestado principalmente a los emigrantes forzados y los desplazados internos.

3) desarrollar la Pastoral Juvenil, proporcionando a los jóvenes el mejor apoyo espiritual, utilizando, donde posible, las redes sociales, para proporcionar una adecuada evangelización y catequesis.

4) de conformidad con la Resolución 7, párrafos 6 y 7, del Sínodo de los Obispos de la IGCU de 2012 y la Resolución 7, párrafos 1 y 2 del Sínodo de los Obispos de la IGCU de 2015, utilizarse de las obras de misericordia para acercar los fieles más cerca del rostro amoroso de Dios. Para esto, fomentar la formación de entidades y comunidades caritativas más eficientes en las comunidades parroquiales.

5) junto con los desplazados internos y los emigrantes forzados de Ucrania, nutrir y popularizar la espiritualidad y la cultura ucraniana en sus nuevos lugares de residencia;

6) invitar a los emigrantes y a los desplazados recién llegados a participar activamente en la vida y misión de nuestras comunidades eclesiales (donación de tiempo, talentos, tesoros) hasta conducirlos a cooperar, ya debidamente preparados, en los consejos parroquiales y otras estructuras de la Iglesia.

7) celebrar Divinas Liturgias en los días prescritos en el año litúrgico y en otras ocasiones apropiadas, por los defensores caídos y víctimas de la agresión rusa a la Ucrania.

 

XII. Incentivar a los sacerdotes y comunidades de Igreja de la diáspora, a crear escuelas, centros pastorales o culturales ucranianos en las parroquias para los emigrantes recién llegados o, utilizando todos los medios modernos de comunicación disponibles, popularizar los centros existentes con la finalidad de apoyar la fe, la tradición, la cultura y el idioma ucraniano.

 

XIII. Apoyar a los fieles de la IGCU a dar un buen testimonio cristiano a los emigrantes y desplazados internos, actuando con hospitalidad.

 

24. Considerar el informe sobre las actividades de la Fundación Andriiiv Hrish (óbulo de San Andres).

 

25. Considerar el informe sobre las actividades del Fondo Misionero de la IGCU.

 

26. Considerar el informe sobre las actividades del Fondo Eclesial de Solidaridad Sacerdotal.

 

27. Considerar el informe sobre las actividades de la Fundación Patriarcal de la IGCU “Una buena accion” (“Mudra sprava”).

 

28. Considerar el informe sobre las obras de construcción del Centro Patriarcal en Kiev.

 

29. Incluir en el Santoral – Minea – de la IGCU los santos de la Iglesia Católica de Rito Latino:  el beato hieromártir Pavlo Hoydych (día conmemorativo, el 17 de julio); el beato hieromártir Basilio Hopko (23 de julio); el Reverendo Charbel (24 de julio); la Reverenda Madre Teresa de Calcuta (5 de septiembre); el Santo Padre Juan Pablo II, Papa (22 de octubre); el Reverendo Padre Juan Bosco (31 de enero); el Venerable Padre Antonio de Padua (13 de junio); el Reverendo Padre Alfonso Liguori (1 de agosto).

 

30. Incluir a la Beata Edigna (día del recuerdo, 26 de febrero) en el Santoral – Minea – de la IGCU.

 

31. Celebrar la Solemne Fiesta de la Eucaristía – Corpus Crhisti – y la Fiesta del dulcísimo Señor Dios y Salvador Jesucristo, Amante de la Humanidad, en un solo día, sin la pos-fiesta. Trasladar la festividad de Todos los Santos del Pueblo Ucraniano para el segundo domingo después del Pentecostés.

 

32. Aprobar, con las debidas modificaciones y adiciones, el Santoral – Minea – de la IGCU.

 

33. Considerar el informe sobre las actividades del Consejo Pastoral de la Curia Patriarcal durante el último año y la implementación del Plan Pastoral de la IGCU para el período hasta 2030.

 

34. Considerar el resumen de los informes de las comisiones y departamentos del nivel patriarcal, en el periodo del año pasado.

 

35. Considerar el informe sobre el proceso de beatificación del Metropolita Andrey Sheptytskyi.

 

36. Determinar como tema principal del Sínodo de los Obispos de la IGCU para el año de 2024 — "Ser evangelizadores de la esperanza: evangelización en el contexto de la guerra". Nombrar al obispo Josaphat Moshchych como responsable por la preparación y presentación del tema.

 

37. Celebrar el Sínodo de los Obispos de la IGCU en 2024 en Zarvanytsia, del día 02 a 14 de julio.

 

38. Aprobar el Comunicado del Sínodo de los Obispos de la IGCU, referente al Sínodo de 2023.

 

† SVIATOSLAV,

Arzobispo Mayor de Kyiv-Halycz

de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana

† Andriy Khimyak,

Secretario del Sínodo de los Obispos

de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana

Dado en Kyiv,

Junto a la Catedral Patriarcal de la Resurrección de Cristo,

en el día del Gran Mártir Nikita,

15 de septiembre de 2023.

 

 

 

 

 

 

 

 

Comunicación Final

Sínodo de los Obispos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana

Roma, del 3 al 13 de septiembre de 2023

El Sínodo de Obispos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana de este año se celebró en la ciudad de Roma del 3 al 13 de septiembre. La sede del Sínodo aconteció en Roma, debido la inseguridad en Ucrania, causada por la invasión rusa. Otro motivo fue el inicio de las celebraciones de los 400 años del martirio de San Josafat, cuyas reliquias descansan en Basílica de San Pedro. Además, los obispos de la IGCU quisieron testimoniar su solidaridad con el sucesor del apóstol Pedro, el Papa, expresar su agradecimiento a la Iglesia por el continuo apoyo a la IGCU y al pueblo ucraniano, así como informar al Santo Padre y Dicasterios de la Iglesia de los dolores y sufrimientos por los que pasa la sociedad ucraniana.

El Sínodo de Obispos de 2023 comenzó oficialmente el 3 de septiembre, en la Basílica de Santa Sofía con la celebración solemne de la Divina Liturgia, presidida por Su Beatitud Sviatoslav, concelebrada con los 46 obispos de la IGCU, provenientes de diferentes países del mundo y sacerdotes visitantes. El Arzobispo Mayor de la IGCU llamó al sínodo de este año como el "Sínodo de la Esperanza". Subraya que en este Sínodo participan un número récord de obispos, que se completará con la ordinación del nombrado obispo para la región de New Westminster, en Canadá, Mykhailo Kwiatkovskyi. Con los obispos eméritos, el colegio episcopal de la IGCU alcanzará el numero de 56 obispos.

Al final de la Divina Liturgia, el Arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, dirigió su palabra a los participantes del Sínodo y a todos los presentes en la Iglesia, concluyendo con las significativas palabras: "Señor, detén la mano del agresor! ¡Detén la mano de Caín, que tenía celos de su hermano, porque el sacrificio ofrecido por Abel fue aceptado por Ti”! El arzobispo Gugerotti también fue invitado a una de las sesiones de trabajo del Sínodo de los Obispos, donde habló sobre la actual acción misionera de nuestra Iglesia, bien como las relaciones entre la IGCU y la Sede Apostólica Romana.

En este mismo día, por la tarde, los miembros del Sínodo celebraron el Moleben, invocando las luces y el acompañamiento del Espíritu Santo para las reuniones sinodales y, según la costumbre, todos los participantes prestaron el juramento de guardar el secreto sobre los coloquios del Sínodo.

Durante los primeros días de trabajo, los obispos escucharon el informe del Padre y Jefe de la IGCU, cuando planteó, para el estudio de los padres sinodales, varios temas importantes y actuales de la vida y la acción de la Iglesia en las actuales condiciones de agresión militar rusa contra Ucrania.

Los obispos dedicaron mucha atención y mucho tiempo a la consideración del tema principal del Sínodo de este año: "El acompañamiento pastoral de las víctimas de la guerra". La presentación del tema estuvo a cargo del obispo Arkady Trokhanovsky, que presentó el tema con el título: "La sanación de las heridas". Este tema fue profundizado con la participación de otros oradores: Prof. Dr. Oksana Mikheyeva — "Migración forzada interna y externa de los ucranianos en el contexto de la invasión rusa”; Mons. Bohdan Dzyurakh — "Refugiados ucranianos en los países de la Europa Occidental: situación actual, necesidades y expectativas, la respuesta de la Iglesia"; padre Mykola Motruk — "La comunicación eclesial de la IGCU en las condiciones de guerra"; Dra. Lidia Zablotska-Zhytka - "Asistencia psicológica a los refugiados: necesidades actuales y posibilidades de asistencia en la Iglesia". Como conclusión del examen del tema principal, se publican las decisiones sinodales, importantes decisiones y mensajes que los Obispos dirigen a todos los fieles de la IGCU y a todas las personas de buena voluntad en Ucrania y en el mundo.

Entre otros temas considerados por los padres sinodales se encuentran los siguientes: la publicación del Libro Litúrgico con las Divinas Liturgias de San Juan Crisóstomo y San Basilio Magno, bien como el Santoral – Minea – de la IGCU, revisado y actualizado; el Camino Sinodal y la IGCU; el estado del proceso de beatificación del Metropolita Andrei; la realidad del servicio de asistencia social de la IGCU durante la guerra a nivel de eparquías, parroquias y a través de la red de la "Cáritas" en Ucrania. El responsable por el Consejo Económico Patriarcal de la IGCU presentó el estado de las finanzas de la IGCU y las actividades de la Fundación "Una buena acción"; el jefe del Departamento del Derecho Canónico de la IGCU, el obispo Evgeny Popovych, junto con los asesores del departamento, presentaron para la consideración de los padres sinodales los capítulos del futuro Código de Cánones de la IGCU.

Además de los temas mencionados, el Sínodo escuchó el Informe del Consejo Pastoral de la Curia Patriarcal y el resumen informativo de las comisiones y departamentos a nivel patriarcal durante el año pasado e informes sobre las actividades de los varios fondos a nivel general de la Iglesia, que tienen como tarea prestar asistencia y manutención de la acción misionera, social y pastoral de la IGCU.

Las jornadas de trabajo del Sínodo estuvieron entrelazadas con la parte espiritual, momentos fuertes de oración comunitaria. Se destaca la celebración diaria de la Divina Liturgia, durante la cual el P. Robert Lyseiko, protoarchimandrita de la Orden Basiliana de San Josafat, dirigía la palabra, que tuvo su momento más importante en la Jornada Espiritual, un día de reflexión y silencio de los Obispo, en su camino sinodal. El jueves 7 de septiembre, durante la cena fraterna, los Padres sinodales felicitaron a los colegas que celebran varios Jubileos durante este año. En el sábado, 9 de septiembre, bajo la dirección del Arzobispo Mayor de la IGCU, los obispos rezaron por los obispos fallecidos, en unidad con todo el episcopado y fieles.

A las reuniones del sínodo de este año participaron varios dignatarios de la Curia Romana y de la Conferencia Episcopal Italiana. Además del ya mencionado arzobispo Claudio Gugerotti, el cardenal Kurt Koch, responsable por el Dicasterio para la Unidad de los Cristianos, que ya había calificado públicamente de herética la ideología de la "paz rusa", habló a los obispos de la IGCU sobre el estado actual del diálogo ecuménico en la Iglesia. Destacó que la guerra en Ucrania causa una profunda crisis en el diálogo ecuménico, por la función y la posición de los representantes oficiales del Patriarcado de Moscú, con relación a la agresión rusa contra Ucrania.

Por su vez, el secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin, mencionó la milenaria historia de las relaciones entre Kyiv y Roma, que no se interrumpieron ni siquiera después del cisma de 1054, y valoró mucho el hecho de que la Iglesia Greco-Católica Ucraniana considera la unión con el sucesor del apóstol Pedro como "dimensión constitutiva" de la propia existencia. El cardenal Parolin destacó también la atención pastoral de la IGCU hacia los soldados ucranianos: "Ustedes los apoyan espiritualmente con sus oraciones y les enseñan que, al mismo tiempo que protegen la soberanía y la libertad de su territorio nacional, los ucranianos deben proteger también sus corazones para no sucumbir al odio, que fácilmente pueden convertirlos en víctimas de tantas atrocidades".

El cardenal Mateo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, se convirtió en el representante y portavoz del episcopado italiano ante los padres sinodales. Subrayó el valor del testimonio de las mujeres ucranianas en Italia, que dan ejemplo de profunda piedad y de amor sincero y misericordioso, citando un ejemplo concreto: "Dos de mis sacerdotes, en cuya parroquia trabajan mujeres ucranianas, me confesaron que, bajo la influencia de estas mujeres ucranianas, ellos mismos comenzaron a rezar más". El cardenal Zuppi enfatizó que la paz en Ucrania debe ser "no sólo justa y duradera, sino también que pueda garantizar la seguridad". Como enviado especial del Papa para la búsqueda de caminos hacia la paz, habló de los encuentros e iniciativas hasta el momento y respondió a las preguntas de los obispos presentes.

Un momento especial en el programa del Sínodo de este año fue la audiencia de los obispos de la IGCU con el Papa Francisco, el miércoles, 6 de septiembre. El encuentro, que duró casi dos horas, se convirtió en un espacio de comunicación sincera sobre dolores y decepciones, esperanzas y expectativas del pueblo ucraniano. Por sugerencia de Su Beatitud Sviatoslav, la reunión comenzó con una oración por el sufrido pueblo ucraniano. Después, los presentes compartieron con el Santo Padre sus ideas y pensamientos sobre las consecuencias genocidas del imperialismo ruso y las ideologías destructivas asociadas a él, como la llamada "paz rusa". También hablaron al Papa sobre la pastoral que realiza entre los desplazados, consecuencias de la guerra. El Papa escuchó atentamente las exposiciones de los obispos, realizando los respectivos comentarios y aclaraciones sobre temas particularmente relevantes e importantes. Respondiendo al testimonio de uno de los ponentes sobre los crímenes de guerra de Rusia, que recientemente han sido calificados con el término "racismo", el Santo Padre subrayó el papel destructivo de las ideologías que instrumentalizan la cultura y los sentimientos religiosos de los pueblos: "... El verdadero dolor es cuando el patrimonio cultural de un pueblo sufre una "destilación" y es objeto de manipulación por parte de determinadas autoridades estatales. El resultado de este modo de proceder se convierte en ideologías, que destruyen y matan. Es una gran tragedia cuando una ideología así penetra en la Iglesia y reemplaza al Evangelio de Cristo".

Como regalo simbólico del Sínodo de los Obispos de la IGCU, se ofrece al Santo Padre los libros de oración y objetos personales de los sacerdotes encarcelados, Ivan Levytskyi y Bohdan Geleta. El Papa Francisco aseguró a los obispos que se realizarán nuevos esfuerzos para su liberación, así como para el rescate de todos los ucranianos aprisionados y deportados, de modo especial, los niños deportados. El Santo Padre aceptó favorablemente la propuesta de los padres sinodales de dedicar el mes de octubre a oraciones especiales por la paz en Ucrania, y, en este mismo día, durante la audiencia general, invitó a todos los oyentes, a confiar la "Ucrania torturada" a la intercesión maternal del Santísima Madre de Dios - Theotokos.

El domingo 10 de septiembre, en la basílica de San Pedro, su Beatitud, Padre y Jefe de la IGCU, presidió la Divina Liturgia en memoria de los 400 años del martirio de San Josafat, arzobispo de Polotsk. Concelebraron todos los miembros del Sínodo de los Obispos, invitados y numerosas sacerdotes de Italia, Ucrania y otros países de Europa y del mundo. El invitado de honor y concelebrante, el cardenal Leonardo Sandri, ex prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. En su discurso, aseguró a los presentes el apoyo total al pueblo ucraniano. Su Beatitud Sviatoslav, durante la homilía, subrayó el valor de la unidad de la Iglesia Ucraniana con la Sede Apostólica Romana y expresó su gratitud al Santo Padre Francisco, a las conferencias episcopales, a la comunidad internacional y a todas las personas de buena voluntad por la comprometida solidaridad con el pueblo de Ucrania. Agradeció a los países por aceptar a millones de refugiados ucranianos, por el apoyo integral al nuestro pueblo. Con estas acciones, se evitó que la crisis humanitaria provocada por la agresión militar rusa se convirtiera en una catástrofe humanitaria. "Digamos la verdad y agradezcamos al Santo Padre y a todo el episcopado católico del mundo por todo el apoyo, para que la Ucrania no se quede sola. Por esto podemos afirmar desde aquí, junto a la tumba de San Pedro, a toda Roma y al mundo: ¡Ucrania está en pie! ¡Ucrania está luchando! ¡Ucrania está rezando!". - instó el Padre y Jefe de la IGCU.

Su Beatitud Sviatoslav se dirigió también a los ucranianos presentes en la celebración de la Divina Liturgia, en particular a los refugiados y emigrantes forzosos, convocando a todos a prepararse para regresar a su tierra natal: "¡Os miro y lloro, porque también la Ucrania llora por vosotros! Pero sé que Dios nos ama y un día todos regresaremos a casa. Con la fuerza del amor a nuestra Patria y a nuestros ancestros venceremos... Iván Franko dijo: "¡Es hora de que vivamos para Ucrania!". A esto nos llama la conciencia humana y cristiana”.

 

Al final de las reuniones sinodales, los obispos de la IGCU determinaron la fecha del próximo Sínodo de los Obispos y expresaron la esperanza de que las circunstancias permitan que el Sínodo se lo celebre en una Ucrania libre de su agresor. El Sínodo de los Obispos de la IGCU de este año se concluyó con la oración de agradecimiento a la Madre de Dios. Bajo su protección maternal, los obispos confían toda la Iglesia y el pueblo ucraniano.

Secretaría del Sínodo de los Obispos de la IGCU

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